DANZAS FOLKLORICAS, MITOS Y LEYENDAS SALVADOREÑAS.

 

Se  denomina danzas folklóricas a aquellas que reúnen los requisitos de ser anónima, de ser popular y que cumple una función social, ejemplos claros de esto lo son: el torito pinto en sus diferentes versiones, los cumpas, el barreño, los historiantes.

 

También están las denominadas danzas de proyección folklórica y que son aquellas que reflejan un hecho folklórico por medio deuna coreografía. Así en unos cuantos minutos se puede representar un baile que visto en su lugar de origen puede durar horas.
Retomando los pasos originales para la misma y pero de forma estilizada, utilizando el vestuario adecuado. Presentadola de unaforma llamativa y agradable al público. Se denomina danzas populares costumbristas a aquellas a las que se le conoce el autor y reflejan una actividad cotidiana, como el trabajo de ciertas personas, ejemplo de estas son Las cortadoras, El pregón de los nísperos, El Carbonero, partiendo de esto sepuede hacer una coreografía apegada a la temática de la melodía o lo que se ha querido reflejar con dicha producción artística.

 

Antes de la llegada de los colonos españoles, El Salvador compartía la cultura con los Mayas/Pipiles, que hablaban la lengua Náhuatl, los Lencas que hablaban Potón, los Chortís cuya lengua era la Chorti, etc. Los Pipiles fue la etnia más numerosa; además hubo Pokomames, Cacaoperas, etc. Poco se sabe sobre la música tradicional de estos pueblos antes del contacto con los europeos.

 

La música de los Pipiles y Antiguos Mayas era principalmente con Tambor, Traqueteo y Flauta. Un grupo notable de músicaindígena es Talticpac, que significa en castellano: “sobre la tierra”.

A la venida de los españoles, la música clásica europea y la española se mezclaron con los estilos nativos.

 

 

 

Cuantos de los salvadoreños  han oido contar las historias, mitos y leyendas de El Salvador, La Siguanaba, El Cipitio, El Cadejo, La Carreta Chillona, La Flor de Amate, en fin una seriede historias propias de nuestra tierra.

 

En esta sección queremos hacer una recolección de esas historias fantasticas de El Salvador y compartirlas con ustedes quizas ya las hayan oido mencionar o leido en otro sitio, pero esperamos asi seguir divulgando nuestra cultura y nuestras tradiciones.

 

Un ámbito en el que se siente la presencia de aquel sustrato indígena es el de las consejas y los mitos populares. Muchos de ellos han llegado hasta nosotros ya mestizados y otros estan desaparecidos debido al fuerte influjo de los modernos medios masivos de comunicación y la nueva cultura popular de ellos derivada.

Principales Mitos:

Los tres mitos más profusamente difundidos en todos los estratos de la población son el del cadejo, y sus afines, el de la sihuanaba y el cipitío. 

 

El cadejo

El cadejo es un perro misterioso que se aparece en los caminos solitarios a los trasnochadores. Se dice que cuando su silbido se oye cerca, es que el cadejo está lejos. Pero se habla también de dos cadejos: de uno blanco, el de las mujeres, y de otro negro, el de los hombres. O de que el blanco es bueno y el negro es malo. El hecho es que, al acercársele al desdichado, los ojos del cadejo brillan como brasas y, a consecuencia del susto, el pobre desafortunado puede acabar loco, «jugado» o, al menos, enfermar con fuertes fiebres y calenturas.

 

 

La Siguanaba

Según la versión salvadoreña la siguanaba o sigueguet, se aparece generalmente a también a los trasnochadores; se la ve en los ríos lavando ropa a la luz de la luna o de las estrellas. Características suyas son el pelo larguísimo y las dos chiches o pechos que le cuelgan hasta la cintura. Parece que el susto mayor de quienes se topan con ella se produce cuando oyen su risa estentórea y burlona, al mismo tiempo que el ¡plash!...¡plash! de las chiches azotadas contra el agua. El mito tiene su origen en un antiguo relato pipil según el cual una bella princesa indígena cometió el delito de adulterio; por ese delito los dioses la castigaron a sufrir eternamente tn horrible transformación. Algunos ven en el mito más bien resonancias de una antigua costumbre pipil: las prostitutas no podían ejercer su oficio dentro de los poblados, por eso lo ejercían en las afueras del pueblo, en las quebradas y sitios enmontados. Su metamorfosis en ese ser horrible sería una expresión del repudio moral con que la Iglesia católica condena la prostitución.

 

 

El Cipitío

A este duende se lo hace hijo de la sihuanaba, aunque posee un carácter festivo e inocente del que carece la madre. El Cipitío, por otra parte, es bajito, barrigón y tiene los pies vueltos al revés, de modo que su huellas engañan: uno cree que va en una dirección cuando en realidad lo hace exactamente en la contraria. El personaje Cipitío puede estar emparentado con una deidad precolombina: el XipeTotec. Este dios era el patrono de la regeneración vegetal, por consiguiente tendrían que ver también con él los frutos y las flores.